Si los editores vuelven a amar la manufactura* de los libros físicos ante el avance de la edición digital, se me ocurre una palabra: felicidad.
La cita da para el debate, sobre todo porque encierra (solo) la figura de un lector "avisado/avezado". Me resulta al menos curioso que la FGEE rankee el diseño por sobre la crítica.
* Con manufactura pienso heteróclitamente en tocar el texto, producirlo, ver, oler, palpar, hablar con el diseñador acerca del grandioso mundo sensible de la edición y fabricación de libros.
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